miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ibarra cree que la educación ignora a la generación digital

El ex presidente de la Junta de Extremadura propone "una revolución" en la enseñanza para fomentar "pasiones y vocaciones" adaptadas a la sociedad actual.


El que fuera presidente de la Junta de Extremadura durante 24 años, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, está convencido de que si un profesor del siglo XVII volviese a la vida ahora mismo podría ponerse a dar clase sin problema alguno. Porque a pesar del paso de los siglos y de todo lo que ha sucedido, "lo único que no ha cambiado es el sistema educativo", aseguró ayer. Durante su intervención en el foro Diálogo del Bicentenario: España-América Latina, Rodríguez Ibarra se mostró contrariado porque actualmente "se sigue empeñado en que los alumnos son analógicos y se siguen dando clases analógicas". A su juicio, en los colegios y las universidades "se sigue formando alumnos para una sociedad industrial, basada en la cadena de montaje, pero que ahora desaparece"."Hace 20 años, la realidad era sólo física y, ahora es física y virtual, lo que nos confunde y nos lleva al fracaso en la economía y en la educación", apuntó. Rodríguez Ibarra puso como ejemplo la incoherencia de que hay alumnos que "se pasan 18 horas al día como digitales en sus casas y en la calle y luego se tiran seis horas en el aula como analógicos". A su juicio, "en la escuela se mata la imaginación y desaparece".

Por eso, abogó por una "revolución" en el sistema educativo para adaptarlo a la sociedad actual. "El profesor tiene que transformar toda la información en conocimiento", consideró y añadió que "hay que entender que la materia prima ahora es la inteligencia". Por eso, continuó, el profesor "examina a sus alumnos, no por las respuestas, sino por las preguntas que le hacen". Rodríguez Ibarra, profesor de la Universidad de Extremadura, no culpó a los docentes de la situación. "No quiero devaluar la imagen del profesorado, pero tiene que cambiar la forma de dar sus clases", incidió.

Entre las fórmulas que planteó el ex presidente extremeño para intentar cambiar y adaptar el sistema actual de enseñanza propuso la de "educar para que los alumnos descubran su vocación, su actitud y puedan desarrollar su espíritu emprendedor". Es normal, continuó, que los estudiantes "arremetan contra el sistema educativo porque tener un título les acredita para trabajar y nadie les ofrece un empleo". Es más, Rodríguez Ibarra aseguró que los universitarios eligen sus carreras no por su vocación o porque simplemente les gusta, sino "sólo porque tienen salida laboral". Por eso, incidió Rodríguez Ibarra una y otra vez en la necesidad de "hacer algo distinto para potenciar la pasión de la gente y se comprometa con un mayor riesgo".

El ex presidente extremeño recordó que hasta hace apenas una década no existía el buscador Google y subrayó cómo internet "lo está alterando todo".

En su intervención, no se olvidó de la crisis económica y aseguró que "es como un enfermo que está en coma y el médico no sabe qué le pasa"; y mientras tanto, según él, "el país se encuentra abatido y con incertidumbre". Un estado en el que se encuentran los españoles, que "no se sorprenderían si un día escucharan en la radio que la crisis ha finalizado", apuntó. A su juicio, en España "siempre se ha apostado por lo seguro y no por la innovación", por lo que apuntó la necesidad de tener siempre "la mentalidad abierta".

En la mesa también participó el ex ministro de Educación y Cultura de Uruguay Jorge Brovetto, quien insistió en la necesidad de reconocer la educación superior "como un derecho humano y un bien social, y que se reafirme este derecho en la medida en que el acceso a él sea real". Aseguró que "el paradigma educativo ha cambiado", por lo que con las nuevas tecnologías "hay que formar a la personas para transformar la información en conocimiento". Brovetto explicó las últimas líneas de la política educativa de su país, basada en la idea de que "en internet están todas las respuestas pero debemos enseñar a plantear las preguntas". Recordó que en Uruguay, en los últimos cinco años, se ha desarrollado el Plan Ceibal, en el que se distribuyeron 389.000 ordenadores en alumnos de educación primaria. Un programa similar al de la Escuela TIC 2.0 que lleva a cabo la Junta de Andalucía desde el pasado curso.

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