ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES DEPORTIVAS

Los motivos de los padres para apuntar a sus hijos a actividades extraescolares son muy variadas. Hoy quiero detenerme en las actividades deportivas, que son unas de las más demandadas por peques de todas las edades.

Es fundamental entender que no todos los deportes están indicados para niños de cualquier edad. Cuando son más pequeños, lo ideal es que practiquen deportes de equipo en los que puedan relacionarse con otros de su edad y además aprendan a cooperar para lograr una meta. El fútbol, el baloncesto o el voley son excelentes a partir de los siete años en adelante. Además, la práctica de estos deportes implica la manipulación de una pelota por lo que será fundamental para su psicomotricidad y para su coordinación mano-ojo.

Cuando crecen un poquito, esto es, a partir de los 10/11 años, es el momento de que comiencen deportes más individualistas si ellos lo desean. La natación o el tenis son dos buenas opciones para comenzar o cualquier arte marcial si se practica con cuidado.

En ninguno de estos casos hay que perder de vista que el deporte como actividad extraescolar es sólo un pasatiempo para que hagan ejercicio divertido después de clase, para que se relacionen con otros niños con intereses parecidos o para que aprendan a respetar ciertas normas. Jamás se debe presionar a los pequeños para ser jugador profesional en los primeros años por mucho que destaquen en ello, ya que conforme van creciendo, irán cambiando de parecer y si se les exige demasiado y no llegan a cumplir las expectativas que ellos mismos tienen, acabarán frustrándose.

Lo cierto es que practicar deporte les beneficia en todas las edades, no sólo físicamente sino que además mejora su atención, como ha demostrado un estudio reciente de la Universidad Católica de Valencia, donde estudiaron varios grupos de pequeños y sacaron la conclusión de que aquellos que participaban en deportes de equipo mejoraban sus capacidades cognitivas frente a los que no lo hacían. En cualquier caso, lo fundamental es que, además de un tiempo para el ejercicio, los pequeños tengan también un rato para hacer los deberes y otro rato para jugar con sus amigos. Esta es la mejor forma de que estén felices y concentrados cada día.