Los sindicatos rechazan que las notas influyan en el sueldo de los docentes
Menos mal que hemos rectificado, porque los maestros en gran mayoría, no tienen la culpa de que el alumnado no quiera estudiar o bien no tenga el nivel suficiente para lograr los objetivos de las competencias básicas.
Los sindicatos extremeños se muestran reticentes a incluir las notas de los alumnos como un incentivo determinante en la carrera profesional. Están de acuerdo con los complementos económicos en la docencia basados en el desempeño de los profesores dentro y fuera de las aulas. No obstante, se oponen a que los resultados académicos sean determinantes.
El proyecto de ley publicado contempla incentivar la «mejora de la práctica docente», y fomentar el éxito educativo de todos los alumnos, que la Consejería de Educación pretende incrementar. La medida busca estimular a la comunidad educativa.
Los sindicatos lo tienen claro. Mostrarán su oposición en la próxima mesa de negociación si las notas fueran un factor determinante. La memoria económica de la norma tiene que pasar por las mesas sectoriales y en ellas los sindicatos con representación no negociarán medidas de esta naturaleza.
En concreto piensan que puede crear malestar en el cuerpo docente. Existen centros con una elevada tasa de alumnos conflictivos, frente a otros en los que la convivencia es más fácil.
El secretario general de Enseñanza de CCOO en Extremadura, Tomas Chaves, aboga por una evaluación del desempeño en las aulas basada en la participación de los profesores en proyectos innovadores. También defiende la implicación del profesorado en los equipos directivos, y con los propios padres, como método de evaluación.
Lo mismo defiende ANPE. La secretaria de organización del sindicato, Ana Bravo, hace referencia a parámetros como la implicación de los docentes en el centro o su interés en hacer cursos y otras actividades que le permitan reciclarse.
Por otro lado valoran otras medidas que contempla la futura ley educativa. Los representante sindicales ven con buenos ojos la partida presupuestaria prevista en el anteproyecto. Se trata de una inversión de 1.600 millones de euros adicionales para la educación en un periodo de ocho años. También valoran los planes de refuerzo o el aprendizaje de una segunda lengua extranjera.
José María Chapado, del sindicato PIDE, señala que estas medidas serán muy positivas para la educación extremeña. «Otra cosa es a qué se dedicará ese dinero», añade. En su opinión, esta partida debería de permitir, por ejemplo, bajar la ratio de alumnos en las aulas y una mayor atención personalizada.
Los sindicatos extremeños destacan por encima de todo que el texto otorgue a los docentes la consideración de autoridad y la presunción de veracidad.
La medida mejorará las relaciones con algunos sectores de padres y alumnos con los que existen conflictos.
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