Por algún motivo ya sea intuitivo o racionalmente conocido, nuestros profesores, tutores o religiosos, en un momento de nuestra vida, sobre todo cuando emergen los caracteres secundarios de la sexualidad en el pre-puber o púber, con los “desequilibrios” emocionales consecuentes: nos sugerían, u obligaban ya sea en forma personal o institucional que hiciéramos deportes. De hecho esta derivación de nuestra energía sexual que a esa altura de nuestras vidas, no podía tener más que de hecho, la autosatisfacción; era canalizada vía deportes.
Encontraremos entonces una primera interpretación social del deporte como una forma de canalización de aspectos instintuales socialmente aceptable y valorizada.
No escapa a nuestro conocimiento que, el mismo hecho de poseer un buen estado físico, favorece la imagen que tanto la mujer como el hombre, “ofrecen” los unos a los otros, con el objeto de conseguir su atracción.
Por otro lado y aún más allá de la canalización de la energía sexual anteriormente mencionada y de los aspectos “de superficie” mencionados, el deporte permite múltiples satisfacciones corporales vinculadas a la obtención de poder, con lo cuál aquel instinto de dominación lograría inconscientemente su cometido.
Por otro lado y aún más allá de la canalización de la energía sexual anteriormente mencionada y de los aspectos “de superficie” mencionados, el deporte permite múltiples satisfacciones corporales vinculadas a la obtención de poder, con lo cuál aquel instinto de dominación lograría inconscientemente su cometido.
Además, con el cumplimiento de las reglas y normas que regulan la actividad deportiva, también se “cumple”con ordenes y leyes internas que se encuentran en una estructura inconsciente habitualmente reconocida como Super-Yo. Esta instancia regula normativamente casi toda la actividad social y también la interna del individuo e interviene profusamente en todos los actos de la vida, inclusive en aquellos en los que existen estrictas disposiciones para su organización.
El deporte sería una de estas actividades. Es más, es dable reconocer con habitualidad el sentido de aquella frase “la satisfacción del deber cumplido”, tanto en entrenamientos como “a posteriori” cuando se gana. Estos son los dos aspectos que, como dos caras de una misma moneda, operan de consumo, premiando o castigando al individuo acorde con los resultados obtenidos.
El Super-yó elevado a su categoría social, constituirá las bases de un ordenamiento de valores que operará como la Etíca Social, dentro de cual se especificará la Etica del Deporte.
Merece destacarse que, desde esta perspectiva, no solo se obtendrá satisfacción en la estructura de lo inconsciente, ya sea en lo mas profundo (El Ello), sino también en esta instancia denominada Super yó y en el yo. Es decir que la satisfacción obtenida mediante el deporte, es de naturaleza integral y alcanza a varias áreas de la personalidad, incluyendo lo social y los otros ordenes de la vida, lo económico, lo político, lo institucional, etc.
Es así qué se podría inferir que el deporte en tanto es una actividad integral, beneficia a todo el organismo del individuo, y por extensión al grupo y a la comunidad involucrada. Este aspecto integral de la actividad deportiva, puede servir de base, entre otras actividades conexas, para formaciones sociales que por su sana naturaleza satisfagan los principios éticos que sustentan al Bien Común.
Para mi la motivación en cualquier área es muy importante ya que sin motivar a los niños no aprenden, no atienden en la clase y los contenidos no son aprendidos ya que no hay ninguna motivación, ningún vínculo para que a ellos les resulte interesantes y atiendan. La motivación es uno de los objetivos más importantes del profesor para ya que es una de las primeras tareas que tienen que realizar al conocer y presentarse al grupo- clase.Es así qué se podría inferir que el deporte en tanto es una actividad integral, beneficia a todo el organismo del individuo, y por extensión al grupo y a la comunidad involucrada. Este aspecto integral de la actividad deportiva, puede servir de base, entre otras actividades conexas, para formaciones sociales que por su sana naturaleza satisfagan los principios éticos que sustentan al Bien Común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario